Los Músicos son deportistas de Élite
21.02.11 – Leer Noticia en [themify_icon icon=»fa-hand-o-right» ] Las Provincias
Con la que está cayendo (crisis, caída de ventas de CD, piratería…), y usted publica su tercer disco…
-Yo llevo muchos años estudiando, formándome y trabajando duro. Ahora empiezo a recoger los frutos. El año pasado fue el mejor de mi carrera. 2009 y 2010 fueron excelentes. Para un músico, un CD es una tarjeta de presentación para poder acceder a tocar en diferentes salas. Con ‘Puesta de sol’ llevo casi ya 700 copias vendidas y sin promoción.
.
-¿La guitarra da bien de comer?
-Vivir de la música es complejo. Hay que moverse mucho, formarse constantemente, renovarse, crear propuestas novedosas y hacerlo bien. Las oportunidades llegan, pero hay que saber aprovecharlas. Si lo consigues, se puede vivir sin problemas de la música.
.
-El año pasado ofreció más de 40 conciertos, algunos en China, Suiza y Alemania. ¿La guitarra clásica se aprecia más y mejor fuera de España? ¿Se sabe distinguir entre guitarra clásica/española o flamenca?
-Fuera de España al público que le gusta la cultura española, le gusta mucho y de verdad. Son personas que entienden, saben valorar y están muy bien informadas. En Alemania hay una gran cultura del flamenco y los japoneses están empapados de todo lo relacionado con el arte de la guitarra, el baile y cante flamencos, y también la guitarra clásica. En China, que agoté todos los cedés, los ciudadanos se emocionaban cuando me escuchaban tocar porque conseguí transmitir mucho. Fue una experiencia excepcional, de las mejores que he tenido como músico. En China hay grandes guitarristas, quizás les falta saber darle a la música el sabor, el gusto, el fraseo o la articulación pero lo conseguirán sin duda.
.
-¿Qué aprende de los conciertos fuera de España?
-La sensación de ver como haces feliz al oyente y ese ‘feed back’ que te dan esas personas que se acercan a ti para felicitarte son realmente satisfactorios. Dan sentido a cada día de mi vida, a todos esos días de trabajo incansable con la guitarra, sin distinguir sábados ni domingos.
.
-En música, ¿la fusión es una traición o una etiqueta comercial?
-Yo no distingo la música por el estilo, sino por la calidad de la misma. Es decir, a mi gusta desde la música clásica, el flamenco, hasta el rock. La barrera entre lo popular y lo formal, entre lo puro y lo fusionado es en muchas ocasiones ambigua. La música está viva, en constante cambio y evolución. Para mí comercial es algo que es accesible para todos los públicos. La música que yo hago es comercial, pero eso no es para nada sinónimo de falta de calidad y de rigor.
.
-¿Usted empezó en la música con la banda de su pueblo?
-Sí, empecé en la Unión Musical de Pescadores del Cabañal, ‘el Casinet’. Fue mi padre el que me impulsó a empezar a estudiar música a los 9 años. Nos apuntamos juntos a la banda, aunque finalmente sólo seguí yo. Estuve seis años tocando el clarinete hasta que me cansé y dejé la música por un año. A los 16 años empecé con la guitarra y me di cuenta que no podía dejar la música y que realmente la guitarra era el instrumento que más me gustaba.
.
-Dos Palaus, varios conservatorios, más de 500 sociedades musicales… ¿hay público para tanto?
-Sí. Muchos conciertos están llenos. Además, en los conservatorios, sé por experiencia, que a veces quedan alumnos fuera por falta de plazas.
.
-Iturbi hizo las Américas, la Bori triunfó en Nueva York, dos maestros israelíes están al frente de la Orquesta de Valencia y de la Orquesta del Palau de les Arts… ¿La Comunitat Valenciana cuida a sus músicos?
-La verdad es que no mucho. Muchas veces se valora más lo que viene de fuera simplemente por el echo de donde proviene y no de la calidad real. Los músicos valencianos hemos estado estudiando todos fuera, y algunos se han quedado en otros países. Las condiciones laborales y culturales son bastante buenas en centro y norte de Europa. Muchos músicos valencianos demandamos que se nos dé una oportunidad y un poco de apoyo, pues para llegar arriba hay que pasar por cada uno de los escalones. No es un camino fácil.
.
-Al margen de los conservatorios, ¿la música es una asignatura pendiente en Primaria o Secundaria?
-Sí. Cada día se da más importancia a las ‘materias importantes’ y se deja de lado otras como la música, que está perdiendo progresivamente carga lectiva. ¡Hay tantas cosas importantes para la formación de un ser humano que no son matemáticas! Y en eso la música tiene una parte muy importante que decir. Los chavales que en sus ratos libres tocan un instrumento en lugar de ver la tele están creándose una disciplina de trabajo, educando su oído, aprenden a relacionarse con otros compañeros para tocar juntos.
´.
-El público que acude a los conciertos de guitarra clásica, ¿por qué no es más joven?
-Es un tema de educación principalmente. Un niño o un adolescente no suele ir a un concierto si sus padres, familiares o amigos no lo han ‘educado’ para ello o introducido en esta afición. Disfrutar de un concierto y de la música en directo se aprende. Debido a que es un aprendizaje libre no reglado, suele darse con la madurez de las personas. Un concierto suele durar una hora o más y en esta sociedad, donde todo es muy rápido y corto, una hora es una eternidad.
.
-La música amansa a las fieras pero también causa enfermedades. ¿Cuántas veces se ha lesionado?
-He estado lesionado en dos ocasiones. Los músicos somos deportistas de élite porque ensayamos muchas horas al día, durante años repitiendo movimientos y gestos que pueden pasarnos factura. Las lesiones más frecuentes son la tendinitis, y algunas más graves la distonía focal. Es un tema muy complejo, y el problema es que no hay muchos médicos especialistas que tengan la sensibilidad y las técnicas para tratar este tipo de patologías.
.